El proceso de extracción del aceite genera unas 70.000 toneladas de alperujo que son residuos orgánicos que actualmente se usan directamente como abono y en menor medida como combustible.
La Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción con la colaboración de ChileOliva, AChBiom y las empresas Terramater y Acacios, avanzan en crear carbones activados y biocombustible sólido a partir de los residuos de la industria de aceite de oliva. La innovación, apoyada por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA), busca que la industria se modernice hacia procesos productivos inteligentes, en la senda de la Bioeconomía Circular.
En Chile hay cerca de 22.200 hectáreas de olivos que producen aproximadamente 22.500 toneladas de aceite al año, para el mercado nacional e internacional. El proceso de extracción del aceite genera unas 70.000 toneladas de alperujo (prensado en 2 fases) y orujo (en 3 fases), que son residuos orgánicos con un elevado contenido de agua, y que actualmente se usan directamente como abono y, en menor proporción, parte del hueso de aceituna se recupera para uso como combustible sólido.
Es así que la Universidad de Concepción, a través de la Unidad de Desarrollo Tecnológico, UDT, está ejecutando el proyecto apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA): “Solución innovadora para la valorización de residuos de la industria de aceite de oliva: Desarrollo de carbones activados y biocombustible”, que propone la valorización integral de los residuos mediante el desarrollo de carbones activados, aprovechando las características intrínsecas del cuesco de aceituna, y la producción de biocombustibles sólidos densificados utilizando el alperujo y/u orujo.
La iniciativa que comenzó en septiembre de 2019 y que se encuentra en su etapa final de ejecución, logró desarrollar y validar una alternativa de uso integral de los residuos de la producción de aceite de oliva, que consiste en producir materiales adsorbentes y pellet combustibles. El proceso comienza con la separación del hueso de aceituna desde el alperujo/orujo, seguido de la deshidratación de los residuos orgánicos con alto contenido de humedad y la formulación de pellet combustible de uso industrial a partir de mezclas de alperujo/orujo y aserrín de madera. El hueso de aceituna se utiliza como materia prima en la síntesis de carbones activados, siguiendo un procedimiento que permite customizar las propiedades de estos materiales permitiendo ampliar el abanico de sus usos potenciales como materiales adsorbentes.
MODELOS DE NEGOCIO FACTIBLES
Los pellets de alperujo/aserrín de eucalipto fueron caracterizados según ensayos establecidos en la Norma Chilena de Biocombustibles Sólidos NCh-ISO 17225-2 y probados en una caldera de calefacción de 150 kW. Las propiedades combustibles fueron similares a pellet de madera comerciales y con niveles de NOx bajo las exigencias de la futura norma de emisiones para pequeñas y medianas calderas.
Con respecto a la síntesis de carbones activados, que se utilizan como materiales adsorbentes en sistemas de remoción de olores de corrientes gaseosas industriales, en filtros de limpieza de agua o en la recuperación de metales entre otras aplicaciones; se realizaron estudios a nivel de laboratorio de activación de hueso de aceituna empleando métodos físicos (con vapor a alta temperatura y con CO2) y métodos químicos (con ácido fosfórico H3PO4 e hidróxido de potasio KOH). Dependiendo del proceso de activación y las condiciones experimentales se lograron carbones activados con alta área superficial, con distinto nivel de micro y meso porosidad y propiedades químicas superficiales diferenciadas. Se implementó infraestructura piloto de activación y se logró producir carbones activados a nivel demostrativo usando activación física con vapor (proceso más utilizado) y activación química con ácido fosfórico. Los carbones activados con vapor fueron granulares, con buena resistencia mecánica, alta área superficial (1200-1400 m2/g) y con una estructura micro y meso porosa (70% de microporos), lo que los hace altamente efectivos para remoción de mercaptanos (compuestos responsables de malos olores) y para remoción de contaminantes orgánicos en corrientes líquidas.
Junto con los resultados experimentales, se realizaron estudios de pre-factibilidad técnica y económica y se trabajó en el desarrollo de modelos de negocios factibles de aplicar a la realidad productiva del sector agroindustrial. Además, se avanzó en identificar a los actores claves para el desarrollo comercial de ambos productos.
Ambas propuestas, desarrollar carbones activados y combustibles sólidos densificados a partir de residuos de la industria de aceite de oliva, son alternativas tecnológicas innovadoras que pueden contribuir a la sustentabilidad, innovación y competitividad de las Pymes del sector. De igual forma, esta innovación puede ser implementada para el aprovechamiento de residuos del sector frutícola, como por ejemplo cuescos de frutas y cáscara de frutos secos.
Fuente: El Mercurio, martes 28 de diciembre de 2021, cuerpo D, página 5