En el Liceo Bicentenario Industrial de Tomé se realizó la entrega de basureros y maceteros hechos con pellet de estos elementos de protección personal, una de las iniciativas más notables de economía circular impulsadas desde la Región del Biobío.
Con la finalidad de seguir potenciando la educación ambiental de los 3 mil estudiantes de los cinco liceos pertenecientes a la Corporación de Estudio de la CPC Biobío, este miércoles se hizo entrega de basureros y maceteros elaborados a partir del reciclaje de 250 kilos de mascarillas desechables, equivalentes a unas 62.500 unidades recolectadas desde estos establecimientos. Esta iniciativa es fruto de un convenio firmado en julio de 2021 entre los Pescadores Industriales del Biobío, la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción y la Corporación, que buscó sumar nuevos aliados a la lucha por dar un destino sustentable a estos elementos de protección personal.
En el Liceo Bicentenario Industrial de Tomé se entregaron productos elaborados a partir del reciclaje de mascarillas desechables, una de las iniciativas más notables de economía circular impulsadas desde la Región del Biobío, que nació como piloto en julio de 2020 coordinando los esfuerzos de los Ministerios de Medio Ambiente y Ciencias, los Pescadores Industriales y la UDT.
Alianza
“Es un gran orgullo ver hoy el resultado de una nueva asociatividad con el sector productivo que iniciamos a mediados del año pasado, esta vez tras un nuevo gran objetivo que es fortalecer en el proceso de formación el concepto de economía circular. Hoy, nuestros estudiantes visualizan un nuevo aporte al cuidado del medio ambiente, ya que, con solo su voluntad de depositar un desecho en un contenedor, gracias a la tecnología, se transformaron en un nuevo bien de utilidad. Dejaremos de usar mascarillas, pero se mantendrá en el tiempo la enseñanza que nos deja esta gran iniciativa”, sostuvo Andreina Borzone, gerenta general de la Corporación de Estudio de la CPC Biobío.
Desde que se concretó esta alianza en julio del año pasado, los Pescadores Industriales del Biobío, en específico las empresas Blumar, PacificBlu, Landes, Camanchaca Pesca Sur y Salmones Camanchaca se encargaron del retiro mensual de dichas mascarillas desde los establecimientos educacionales, las que fueron transportadas a la UDT para su almacenamiento, desinfección y procesamiento.
En ese sentido, Monserrat Jamett, jefa de Sustentabilidad del gremio, valoró que “en este periodo, profesores, estudiantes y paradocentes lograron recuperar 62 mil 500 mascarillas que se transformaron en los maceteros y basureros que hoy estamos entregando. Reciclar 250 kilos de mascarillas es un orgullo para estas comunidades educativas y representa un importante aporte al control de uno de los efectos ambientales de la pandemia”. El uso intensivo de estos elementos de protección generó importantes perjuicios ambientales, debido a su composición de polímeros no biodegradables. Agregó que, con los utensilios entregados a las comunidades educativas, “simbolizamos la positiva alianza con la Corporación de Estudio de la CPC Biobío, que nos permitió dar un destino sustentable a miles de mascarillas al recuperarlas y evitar que terminan como simple basura”.
Balance
Para el director del Liceo Industrial de Tomé, Rodrigo Bisama, esta iniciativa impulsó y profundizó una práctica que han ido incorporando gradualmente entre su comunidad educativa. “Desde que nosotros asumimos el compromiso con nuestro departamento de Medio Ambiente, ha sido una actividad que ha ido en aumento, que los alumnos lo fueron aprendiendo y que hoy en día está súper marcado, porque estamos en otras campañas de reciclaje y el establecimiento cada vez adquiere más protagonismo dentro de la comuna”, puntualizó el directivo.
En tanto, Marcelo Finsterbusch, encargado comercial del Departamento de Consultoría e Innovación de la UDT, agradeció el esfuerzo realizado por las distintas comunidades escolares para recolectar las mascarillas que utilizaron por tanto tiempo como elemento de protección contra el contagio por COVID, “parte de las cuales fueron transformadas en productos como maceteros y basureros, con los cuales se evidencia que la valorización y reciclaje es posible, educando a la comunidad, organizando la forma de recolectar y ejecutando acciones tan sencillas como depositar las mascarillas en los contenedores apropiados”.
Fuente: Página V