La Universidad de Concepción a través del centro de investigación, Unidad de Desarrollo Tecnológico, viene ejecutando hace más de 15 años, proyectos de I+D+i en la línea de los materiales biodegradables compostables. Alvaro Maldonado explica que, “a la fecha, se ejecutan múltiples proyectos que desarrollan materiales en base a biopolímeros, como el ácido poliláctico (PLA), almidón termoplástico, entre otros poliésteres compostables. Mezclas entre estos biopolímeros o la inclusión de nuevos elementos como: aditivos, nanopartículas (arcillas, zeolitas, nano celulosa), cargas orgánicas (aserrín de madera, cascara de arroz, orujo de uva, algas, entre otras) e inorgánicas (óxido de zinc, sales) han sido utilizados, con el objetivo de desarrollar nuevos materiales con originales estructuras y propiedades, que requieren, no solo de una caracterización a nivel físico-mecánico y reológico, sino principalmente, una evaluación de su biodegradabilidad y compostabilidad, para cuantificar el grado de biodegradación y descartar la ecotoxicidad de los materiales desarrollados”.
Respecto de qué esfuerzos ha significado habilitar un laboratorio para medir compostabilidad en polímeros, Maldonado indica que “la idea de implementar el laboratorio de compostabilidad en polímeros, se concibió hace más de 5 años, a partir de la necesidad de la academia e industria, en especial de aquellos proveedores de envases y embalajes que buscan validar la aplicación de un sinnúmero de productos compostables, en diversos sectores de la economía nacional. Así, la implementación del laboratorio, se realizó tomando como base la normativa internacional para plásticos compostables, EN 13432”.
De esta forma, la habilitación se realizó a partir del esfuerzo de ingenieros y técnicos de laboratorio “que destinaron importante parte de su tiempo a esta actividad, como también un compromiso de recursos económicos, por parte de la institución, en el marco de sus proyectos de I+D+i, destinándose partidas presupuestarias para la compra de mobiliario, materiales, insumos y equipamiento necesario para la realización de los ensayos, que bajo la norma EN 13432, permiten determinar la compostabilidad de un material plástico”, remarca Maldonado.
Relevancias estratégicas
Al ser consultado por qué resulta tan relevante hoy, en pleno siglo XXI, entender y dimensionar la real compostabilidad de nuestros envases y embalajes, Álvaro remarca que “la relevancia de los envases y embalajes compostables, radica en el impacto de éstos en el medioambiente. Es sabido que la contaminación por plástico puede alterar los hábitats y los procesos naturales, reduciendo la capacidad de los ecosistemas para adaptarse al cambio climático, afectando directamente a los medios de vida de millones de personas, a su capacidad de producción de alimentos y a su bienestar social”. Es por lo anterior, indica el experto, que resulta necesario “avanzar en una alternativa de materiales sustentables (compostables) que reemplacen los plásticos derivados del petróleo, que tardan cientos de años en degradarse, por aquellos que se biodegradan por acción de los microorganismos, produciendo dióxido de carbono, agua, compuestos inorgánicos y biomasa, sin dejar residuos tóxicos visibles o distinguibles. Producto de la compostabilidad de se produce un abono orgánico que enriquece los suelos con nutrientes”.
El equipo
En la actualidad, el director del Laboratorio es el Ingeniero de Proyecto Juan Carlos Carrasco, y junto a él trabajan el ingeniero Giovanni Ponce y la Químico Analista, Srta. Camila San Martín.
Maldonado explica que, en relación a los proyectos que se están evaluando en el laboratorio, “es posible señalar, que todos los proyectos de I+d+i de la línea de plásticos biodegradables que se ejecutan en UDT, utilizan el laboratorio para caracterizar sus materiales respecto a su compostabilidad; así, se están evaluando por ejemplo, envases flexibles para envasado de pan, exportación de uvas, cerezas y arándanos, como también envases termoformados para food packaging y otros productos desechables como bandejas, vasos, cubiertos, entre otros. De igual forma, se está iniciando la prestación de servicios directos a empresas, donde principalmente se ha evaluado la compostabilidad de bolsas para retail”.
Por último. Álvaro aclara que tanto a implementación como a puesta en marcha del laboratorio “se desarrolló íntegramente en la Unidad de Desarrollo Tecnológico de la Universidad de Concepción y no cuenta de momento, con el apoyo de otras organizaciones públicas o privadas”.
Fuente: Revista VAS 4.0 (pág. 52)
Laboratorio de Biodegradabilidad UDT: https://www.udt.cl/biodegradabilidad/