La principal motivación del Dr. Alex Berg, Director Ejecutivo de la Unidad de Desarrollo Tecnológico (UDT) de la Universidad de Concepción (UdeC), es desarrollar y aplicar soluciones tecnológicas, para transformar materias primas en productos, velando por que la huella ambiental sea benigna.

En dicha universidad, se tituló de Ingeniero Civil Químico el año 1983 y, en 1989, obtuvo el grado académico de Doctor en Ciencias Naturales de la Universidad de Hamburgo, Alemania. En esta oportunidad nos comenta –entre otros temas- acerca de la importancia de crear y mantener condiciones de trabajo que estimulen la creatividad, fomenten el trabajo en equipo y permitan mantener a un grupo humano multidisciplinario alerta y entusiasmado. Al mismo tiempo, es fundamental la capacidad de escuchar y entender al sector productivo, considerando que el fin último de la investigación tecnológica es aplicar los resultados I+D. Por ello, la relación y el trabajo conjunto con la industria, son claves”.

En su calidad de investigador de UdeC, está en contacto desde hace 30 años con estudiantes e investigadores jóvenes, a través del desarrollo de prácticas profesionales, tesis de pre y postgrado, y proyectos de investigación. “El contacto intergeneracional y la interacción con jóvenes de distintas disciplinas ha sido muy relevante, para afrontar problemas tecnológicos y encausarlos a una solución plausible de aplicar productivamente”, afirma el Dr. Alex Berg.

¿Cómo ha integrado su experiencia académica y profesional, para abordar los desafíos específicos relacionados con la industria de la celulosa y el papel?

Estimo que una mirada a la industria de Celulosa y Papel desde la ciencia es importante y complementaria con una visión empresarial y del Estado. Probablemente, se trate de una posición más neutra en cuanto intereses, más global desde un punto de vista temático y más futurista desde una perspectiva de tiempo.

Un primer desafío que me parece importante es que la industria forestal amplíe la cartera de productos que genera. De hecho, el bosque es un proveedor potencial de materias primas para la química verde y muchos biomateriales; a su vez, a partir de la madera y la corteza de distintas especies se pueden desarrollar nuevos fármacos, aditivos funcionales y químicos finos.

Otros desafíos son disminuir el uso masivo de recursos y los residuos que la industria genera; cambiar la matriz energética a una con menor huella ambiental; contribuir a una neutralidad en cuanto a emisión de gases efecto invernadero (para lo cual un aumento de la superficie de bosques y un uso más intensivo de biomasa en usos de largos períodos de uso son fundamentales); gestionar adecuadamente el recurso agua y tomar medidas de adaptación al cambio climático.

En mi opinión, estos desafíos sólo pueden enfrentarse aplicando tecnología, muchas veces de frontera; y compatibilizando los tres pilares de la sostenibilidad: economía, medio ambiente y sociedad.

¿Qué estrategias ha utilizado para facilitar la transferencia de tecnología y conocimientos entre la academia y la industria, especialmente en el contexto de la celulosa y el papel?

La innovación tecnológica es extremadamente compleja. Primero, debe identificarse de manera clara y completa un problema y, posteriormente, buscarse una solución que considere todos los aspectos ambientales, económicos, comerciales y normativos atingentes, y que cuente con el apoyo de sectores relevantes de la sociedad.

¿Quién es el motor de la innovación tecnológica, en Chile y el mundo?

Principalmente, las pequeñas y medianas empresas de base tecnológica. A nivel nacional, desgraciadamente, existen pocas entidades de este tipo. Por ello, nuestros esfuerzos en UDT se centran en identificar y trabajar estrechamente con emprendedores y empresarios que reconozcan alternativas de desarrollo y crecimiento en base a tecnologías de frontera, procesos innovadores y nuevos productos.

De hecho, la transferencia de tecnología y los contratos de licenciamiento de UDT a la industria están relacionados a este tipo de empresarios: ágiles, con visión de futuro y ávidos por mejorar su entorno productivo.

¿Cuál es la importancia de la colaboración entre la universidad y la industria de la celulosa y el papel, en la promoción de la investigación y la innovación?

Es imprescindible fortalecer la investigación y el desarrollo, actividades que en Chile se alojan principalmente en Universidades. Una colaboración cercana entre la industria forestal industrial y la academia es necesaria, para que los temas de investigación se relacionen con la realidad productiva y los resultados tengan posibilidades reales de aplicación.

También es importante la formación de profesionales con las capacidades y los conocimientos que la industria requiere. Ante un escenario tecnológico y social tremendamente cambiante, es imprescindible que la oferta educativa, los planes de estudio y las alternativas de capacitación estén alineadas con las demandas y requerimientos industriales.

¿Qué programas o iniciativas ha desarrollado para capacitar a profesionales y estudiantes en temas relacionados con la industria de la celulosa y el papel, y la sostenibilidad ambiental?

El rol de UDT es albergar a estudiantes e investigadores jóvenes, dándoles la oportunidad de realizar estadías de investigación, de relacionarse con temas actuales ligados a la bioeconomía y la economía circular, trabajar en grupos interdisciplinarios y dar primeros pasos en actividades de I+D.

¿Cómo ha contribuido a la formación y desarrollo de talento humano la industria de la celulosa y el papel?

Los profesionales son la base de cualquier industria, también de la forestal industrial. Afortunadamente, en la Región del Biobío tenemos varias universidades de muy buen nivel, de las que egresan miles de estudiantes anualmente. De hecho, uno de los principales “productos de exportación” de nuestra región, son profesionales.

Ahora, si focalizamos nuestra mirada a ámbitos ambientales, la importancia del talento humano es aún mayor, debido a la complejidad de los temas, la necesidad de unir conocimientos de distintas disciplinas y la dificultad de encontrar soluciones que satisfagan a todos los actores de la sociedad.

¿Cuáles son los principales desafíos y oportunidades de colaboración entre la universidad y la industria de la celulosa y el papel en cuanto a sostenibilidad ambiental?

La principal dificultad es lograr un balance adecuado entre los tres pilares de la sustentabilidad: Lo ambiental, lo económico y lo social. En particular, si reconocemos que a futuro los tipos de conversiones mecánicas, químicas y biológicas que aplicará el sector serán mucho más amplias y la variedad de productos que generará, más diversa y sofisticada, será necesario alcanzar un nuevo balance entre empleos estables y medio ambiente, entre tamaño de empresas y diversidad productiva, entre desarrollo económico local y productividad.

Estudios que contribuyen a la Región del Biobío

En su destacada trayectoria, el Dr. Berg ha aportado con diversos estudios a la Región del Biobío; es desarrollador de tecnologías disruptivas, algunas de las cuales se están transfiriendo al sector productivo.

Estas investigaciones, recorrieron múltiples etapas de desarrollo; algunas de las más relevantes son las siguientes:

  • Tecnología para la extracción de polifenoles naturales de corteza de pino. Anualmente, se genera más de un millón de toneladas de corteza de pino. Este material contiene polifenoles naturales, llamados taninos, con varios usos industriales, principalmente adhesivos para madera, espumas y antioxidantes. Desarrollamos un nuevo proceso de extracción, el que está siendo licenciado a una importante empresa regional.
  • Espumas para cultivos hidropónicos. Aquéllas que se usan actualmente en Chile, se fabrican con resinas fenol-formaldehído, son de origen fósil, no se degradan naturalmente y se importan, principalmente desde Colombia y México. Junto a la empresa REBISA, desarrollamos espumas alternativas, en base a los extractos polifenólicos señalados, las que muestran excelentes propiedades técnicas y se están comenzando a comercializar.
  • Paneles aislantes en base a corteza de eucalipto. Desarrollamos una tecnología para utilizar esta materia prima, para producir paneles aislantes, como reemplazo de lana mineral y poliestireno expandido (Plumavit). La empresa AISLACOR está terminando de construir una planta industrial en Tomé, en base a esta tecnología, cuya producción comenzará muy pronto.
  • Aditivo reforzante para resinas adhesivas. Una investigación de varios años ha permitido demostrar que fibras de celulosa de tamaño nanométrica permiten reforzar adhesivos para madera de manera realmente sorprendente. Pequeñas dosificaciones de este aditivo permiten disminuir la dosificación de adhesivo en la fabricación de tableros reconstituidos de madera en un 20%, un resultado de gran relevancia económica y ambiental. Una empresa local comenzará a producir estas nanofibras de celulosa fortificantes en el corto plazo.

Desarrollo ambiental y su contribución en la Región del Biobío

UDT trabaja con empresas y organismos públicos, para desarrollar estudios, identificar problemas y plantear alternativas de solución. Las principales líneas de I+D actuales se pueden resumir en dos conceptos: Bioeconomía y Economía Circular.

“La Bioeconomía busca sustituir recursos fósiles por materias primas renovables. En la Región del Biobío tenemos una gran variedad y cantidad de biomasa proveniente de las actividades agrícolas y forestales; entre otros, corteza, aserrín, paja de trigo, podas de frutales, cuescos y cáscaras de frutas. Estos subproductos pueden emplearse como materia prima de materiales para empaques, productos para la construcción y productos químicos finos, entre otros”, aclara el Dr. Alex Berg.

En tanto, “la Economía Circular busca disminuir el uso de recursos de nuestra economía, minimizando la generación de residuos y basura. Esto es posible, mediante un diseño inteligente de productos, el que considera su devenir postconsumo, el desarrollo y aplicación de técnicas de reciclaje, y la producción en cascada; vale decir, sistemas productivos en que los subproductos de un proceso sirven de insumo a otro”, comenta el especialista.

¿Cómo ve el papel de la innovación y la sostenibilidad en la industria papelera en el futuro?

La industria de la celulosa, el papel, de los tableros y del aserrío necesariamente deben abrirse a otros productos y ámbitos de aplicación. Actualmente en Chile el espectro de aplicación de las materias primas del bosque está restringido a unos pocos productos y de bajo valor agregado. La tendencia mundial apunta a nuevas aplicaciones: Sustitución de plásticos en envases; reemplazo de productos sintéticos por aditivos biobasados con actividad reforzantes, ignífuga o biocida; aplicación de taninos y lignina como fenoles naturales y antioxidantes; y carbohidratos oligoméricos como espesantes y polímeros funcionales, entre otros.

El sector forestal debe mejorar su imagen ante la comunidad y mostrar que los productos biobasados se distinguen, como ningún otro, por su sostenibilidad ambiental, positivos impactos sociales y alto potencial económico.

¿Hay algo más que le gustaría compartir con nuestros lectores en relación con su carrera y su visión para el futuro del medio ambiente?

La humanidad nació ligada a la Tierra y sus productos: bosques, plantas y praderas. Estoy seguro, que un futuro sostenible de nuestro planeta debe reconocer los productos y subproductos de las actividades forestal y agrícola como fundamentales, para reemplazar materiales fabricados en base al petróleo y sus derivados. Para ello, debemos desarrollar tecnología biobasada, abrir los mercados a estos nuevos productos e impulsar nuevos consensos sociales.

Fuente: Revista Celulosa y Papel Vol. 39 N°1 2024